EMBARAZO Y REGRESO A CASA, PRIMER SIGNO...

Cuando supe que estaba embarazada casi caí en schock.
Después de 8 años en donde había soñado con tener otro hijo y no pasaba nada, había decidido deshacerme de todas las cosas de guagua (bebe), ropa, muebles, etc. pero repentinamente todo cambio.
Al hacerme la ecografía, tanta era mi duda que pensé que talves la imagen que estaba viendo en la pantalla era de alguna otra mamá, que se había quedado algún video puesto ahí. Pero no, era mi hijo que mostraba su corazón latiendo a mil por hora. Los exámenes de rigor mostraron que todo andaba bien.    
Los meses empezaron a pasar y mi guata a agrandarse. Andaba cansada, mi presión subió anormalmente y tuve que tener reposo absoluto tomando medicamentos.  
Entremedio tuve síntomas de parto prematuro que mi medico catalogo como un stress causado por dificultades que tuvimos con unos arrendatarios que no desocupaban unos talleres que debiamos habilitar como nuevos dormitorios y luego reparar el daño que provocaron al irse.
Cada dia era mas insoportable el dolor en la zona de la  pelvis y de noche empeoraban.  Una noche los dolores eran insoportables, me costaba hasta respirar y quede inmóvil, pero inmóvil, inmóvil. Mi cara de sufrimiento debió haber sido terrible que mi marido llamo a mi mama para que lo ayudara conmigo la que atinó a llamar a una ambulancia y me llevaron tipo 2 de la madrugada al hospital. Mi ginecólogo dejo de darme el remedio que impedía tener contracciones porque lo mas seguro era que el parto se adelantara y bueno así fue........ A los dos dias tuve a mi hijo Pablo, por parto normal pero prematuro por lo que paso unos dias en incubadora.
Regresé a mi casa con mi hijo Pablo, mi marido y mi hijo "mayor" . Ellos habían estado arreglando los dormitorios que eran ocupados como oficinas ya que como les había dicho nos teníamos que trasladar, cambio que ocurrió durante mi estadía fuera del hogar.
Los meses pasaron, Pablo fue creciendo poco a poco y algo me pasó con él y lo escribo porque no se si será importante pero recuerdo que con mi hijo mayor me pasó que cuando era recién nacido con esos ojitos de color oscuro indefinidos aun, él de repente fijaba la vista en mis ojos y me daba una sensación de sorpresa y goce, era como que se producía una conexión y yo quedaba ahí como petrificada. Con el Pablo nunca me pasó, el miraba para cualquier parte y cuando yo le hablaba para que me "mirara" él no lo hacía. Bueno, muchas veces pensé que los hijos no son iguales y no tenia por qué pasarme lo mismo. No falté a ningún control con el pediatra, todo era normal, lo único que me tenía agotada era que con el paso de los meses el sueño no se regularizaba, lloraba mucho durante la noche, le costaba dormirse y era agotador no poder dormir de corrido un par de horas durante meses.
También me paso que cuando lo tomaba en brazos, él no hacia nada por afirmarse de mi. Si yo no lo afirmaba por la espalda podría haberse ido hacia atrás y el no haber hecho nada por evitarlo. Sus brazos caían hacia los lados.