VAMOS CRECIENDO....

     Los meses transcurrían con bastante sueño acumulado. Pablo dormía mal y el pediatra me dio en algún momento un remedio para inducirle el sueño, además de generar en la casa todo un ambiente, sin sonidos, volumen de la tele bajo, baño con agua tibia, etc.... pero nada funcionaba!! Y yo estaba realmente agotada. El verano y los meses de calor asomaban y fuimos a veranear al sur. Mi retoño solo lloraba cuando deteníamos el auto.... eso era fatal. Le gustaba el movimiento y rara vez se quejaba, era como si le gustara el movimiento constante del auto y no se dormía, quedaba pegado mirando por la ventana.
     Lo otro era la comida, el tomaba menos leche en la mamadera que otros niños de su edad, o le costaba aceptar de buena gana las primeras papillas, así que no era tan fácil salir con el y darle un plátano. El llanto era notable. Regresamos del sur a seguir con la rutina de levantarse temprano, colegio de mi otro hijo, la casa y los problemas económicos que cada día se hacían mas pesados. Ya les había hablado del estado de la casa, pues bien se nos venia encima un nuevo invierno y esto, antes que ocurriera, ya me tenia con los nervios de punta porque no quería esa humedad o goteras con Pablo gateando por ahí.
     En cuanto al proceso de mi guagua, seguía creciendo, gateaba, era alegre y le gustaba mover mucho los pies y las manos. Si estaba de espalda podía mover las manos, como un aleteo, y los pies (los estiraba y los recogía) en perfecta sincronización a una velocidad vertiginosa..! A nosotros siempre nos pareció divertido y deliberadamente lo poníamos en esa posición. Otras veces lo hacíamos al revés, lo colocábamos de guata y ahí era asombroso.... como herradura apoyaba su estomago en el suelo y levantaba hacia arriba las piernas y las manos y hacía exactamente los mismos movimientos...
-Ya Pablo, hazte una paloma...
     Casi como chiste o animal de circo lo mostrábamos a los mas cercanos. Pero nunca nadie nos dijo nada, ahora no se si por respeto o porque no veían nada malo en esto. Era algo así como... la gracia de la guagua (bebé).