PRIMERAS CULPAS....

     Mis primeras culpas con las cuales empecé o intenté dar respuesta a la conducta de Pablo fue el hecho de haber tenido un embarazo tan estresado, no había guardado el reposo absoluto que me dijo el médico.... Pasó algo los primeros meses? Falló algo ese tiempo donde todo está formándose a una velocidad vertiginosa? Salió algo mal que no se vea a simple vista?
     El segundo mes de embarazo estuve en unas termas, agua calientita... pero me estuve sintiendo mal y hasta llegué a cuestionarme si eso habría influido también...
     Sería cierto que ser tan poco variado con las comidas estaría afectándolo de ese modo?
Bien, entonces comencé a buscar en internet sobre "Los Trastornos Metabólicos y Los Trastornos del Lenguaje"... Ahí leí que los trastornos metabólicos se refieren a una serie de alteraciones de los procesos bioquímicos relacionados con la síntesis de proteínas o del aprovechamiento de los nutrientes o de la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo. Su causa puede ser genética, transmitida por ambos padres o cuadros ligados al cromosoma X y que tiene una mayor incidencia en niños varones. Por otro lado niños que tienen un desarrollo normal, cuando cambian la alimentación empiezan a presentar dificultades... predilección excesiva por algunos alimentos o rechazo, vómitos, desgano en alimentarse, etc. Hacia el año los niños con o sin tratamiento, según su severidad, pueden presentar retraso en adquirir su lenguaje, tener dificultad para relacionarse socialmente o para efectuar actividades normales y cotidianas.
Nombro algunas de las manifestaciones con las que yo asocie a mi hijo:
-Irritabilidad al ser cargados o tocados, o frente a estimulos acusticos o visuales
-Dificultad para ser alimentados
-Adicción a ciertos alimentos, rechazo o vómitos (él hacia muchas arcadas, le daba asco)
-Cambios bruscos de humor
-Alteraciones severas del ciclo de sueño vigilia
     Otros síntomas no se parecían, como hacer el pipí con olor o tener alguna malformación ósea, o presentar algún daño neurológico (por lo menos visible), tardarse en gatear o balbucear.
Leí mucho sobre el tema, ya que varios de esos tips concordaban con él pero además estas manifestaciones linguísticas, comunicativas y sociales de estos cuadros eran muy parecidas a otros trastornos pero no era mi norte entender eso, ni me interesó porque yo quería saber, entender y ayudarlo en esa situación: la comida.
     Buscaba y buscaba información... Será que en el parto ocurrió algo que no sabemos? Los medicamentos habrán influido? También busque informació sobre esto. Si hubiera echo caso, talves no hubiese pasado nada?... Noches de desvelo, de angustia y pensar, pensar.... Qué hice mal....
Bueno y si salió algo mal...que! Dios me lo envió así por algo...

COMENZO LA BUSQUEDA...

     Me costó comenzar nuevamente... Que hacia?... Necesitaba trabajar y no quería que nadie cuidara a mi Pablo, las secuelas del maltrato empezaban a afectar su ya "extraña" conducta. Todo le causaba temor, no podía estar lejos de su vista, era exageradamente dependiente de mi, las pataletas eran tan grandes que nos echaban de lugares públicos...
     Creo que la única cosa que podía controlarlo era yo con mi presencia, sólo yo podía ayudarlo y daba la impresión que los demás no existían, era como que no los veía... Empecé a llevarlo a mi trabajo, le preparaba una mochila con sus cosas y salíamos a tomar la micro. Permanecía dando vueltas todo el rato mientras yo hacia lo mío, no hablaba casi nada, balbuceaba algunas palabras sueltas y las pataletas eran terribles cada vez que alguna cosa se salía de lo normal, si cambiaba la ruta en el camino, si me bajaba del auto a pasarle un papel a alguien... todo era motivo de llanto, todo había que hacerlo con cuidado. Era muy agotador! Aunque pasábamos todo el día juntos, no tenia tiempo para dedicárselo a él. Todo era distinto a como había sido yo con su hermano mayor, aquí no le leía cuentos... pero Pablo tampoco tenia interés por las láminas, no lo veía "jugar" ni con avioncitos, ni autos, haciendo ruidos de motos con la boca... nada! Pero si, él podía verme en el computador y no hacia mas de pararme al baño y el podía manejar el mouse y hacer toda clase de maniobras tecnológicas.
     En lo cotidiano el tema del sueño se fue regulando, pero todo seguía una rutina, una fijación por hábitos rígidos que muchas veces me exasperaron y a la vez me llenaban de curiosidad. La parte alimentación ya era tema. Los alimentos tenían que ser molidos, nada en trozos, entonces... como darle una manzana? Así que dije...no, tengo que empezar a darle pequeños trozos! Los gritos, llantos y pataletas se escuchaban en el barrio completo, el show era a diario a la hora de almuerzo y luego en la noche cuando llegábamos a la casa.. Uf! Su única y gran adoración era tomar leche, comenzó a tomar grandes cantidades de leche. Su rigidez o testarudez llegó a trastornar a toda la familia... fueron tiempos muy complicados, de mucha angustia para todos.
     Ya sabia yo que algo no estaba bien, algo no funcionaba "normal" en Pablo hacia rato, así que lo lleve con su pediatra -la que siempre lo trató con mucha paciencia- pero el tiritaba, textualmente, de miedo al verla (con el tiempo se acostumbró). Ella me dijo, sabes no se si el no entiende o no escucha cuando le pregunto por su hermano...
     Me quedé pensando si tendría algún problema de sordera entonces si él estaba de espaldas y yo le hablaba en voz baja , él giraba y me hacia un gesto de "qué".. Mmm, no, no creo, pensé.
Después alguien por ahí comentó que cuando los niños están "mal alimentados" presentaban problemas de conducta o hasta deficiencia intelectual y empecé por primera vez a buscar información en internet sobre el tema. Esto porque como Pablo no comía de todo, era muy selectivo y restringido... llegué a pensar si talves presentaba algún tipo de trastorno metabólico que explicara su conducta, su forma tan "extraña" de ver y percibir el mundo... quizás,. puede estar afectándolo... 

CUIDADO CON LA NANA....

     Cuando surgió la propuesta de trabajo para mi, también comenzó la búsqueda de un persona que cuidara de Pablo. Hacia varios años que una mujer joven, había llegado a trabajar a la casa de mi papá, luego trabajó en la casa de mi hermano cuando se caso, era muy cariñosa con mis sobrinas, preocupada de sus comidas, sus ropas, de darles sus remedios, de llevarlas con la pediatra...era como una mamá!! También había estado trabajando en la casa de una amiga a cargo de sus dos hijos y los niños nunca tuvieron problemas con ella (hasta que lo supe meses después).
     Cuando yo me contacté con "la Sandrita", ella andaba en busca de trabajo así que conversamos y le propuse ir a mi casa tres días a la semana mientras yo iba a trabajar, iríamos alargando los días hasta llegar a los 5. Pero para que Pablo se acostumbrara a ella y viceversa, estuvimos en un plan de casi dos semanas en las cuales ella poco a poco iba conociendo la "forma de ser" de Pablo, sus hábitos de comida, su "idioma", etc.
     Yo salía a comprar pan y volvía a la casa y él quedaba angustiado, no lloraba sino que se le notaba la carita de angustia pero el paso tenia que ser dado y me iba no mas al trabajo mientras mi hijo repetía una y otra vez..."la mama ya viene, la mama ya viene..." incansablemente.
    Cuando llegaba de regreso del trabajo a la casa, ella ya se había ido y mi marido me decía que encontraba todo bien, todo tranquilo, nada fuera de lo normal.
     Al mes mas o menos, Pablo empezó a hacer pataletas terribles cuando la Sandrita llegaba, un hecho que me extraño mucho fue que una mañana ella llego y Pablo me tomo la mano y me llevo al baño, ahí cerró la puerta y puso las manos con los brazos extendidos como afirmando la puerta.... Nos quedamos ahí un rato y se tranquilizó después, no lloro ni nada cuando me fui. Otro día se metió debajo de la cama o me abrazaba y no quería soltarme, llorando. Desde el trabajo algunas veces llame para la casa y no escuchaba ni llantos ni nada.  Bueno, mi instinto me hizo ser mas cuidadosa y no tan confiada, si me tocaba salir por algún motivo del trabajo, entraba a la casa con cualquier excusa y no notaba nada con respecto a que ella maltratara a Pablo pero por si acaso empecé a poner la filmadora cuando me iba, siempre en diferentes partes y cuando llegaba en la noche, la revisaba y nada....
     Lamentablemente la filmadora duraba solo algunas horas, no toda la jornada de trabajo así que era imposible saber qué pasaba después que la filmadora dejaba de funcionar.
     A medida que fue pasando el tiempo, ya eran casi 3 meses, Pablo definitivamente no quería nada con ella, las pataletas eran cada vez peor, se encerraba en la pieza, gritaba de noche y aunque yo intente por todos los medios que el lograra decirme algo, nada. Bueno, una tarde me acompaño a llevar a los niños al dentista y le vi un moretón en una pierna, era perfectamente redondo y le dije... Mire Sandrita, como se hizo esto? y me responde que no sabe, que Pablo es muy inquieto, salta mucho.
     Otro día ella llega en la mañana y le digo que Pablo había pasado una mala noche y esta durmiendo en mi pieza así que no lo despierte, que lo deje dormir no mas, de este modo ella tendrá tiempo de hacer mas cosas.... Antes de irme dejo la filmadora apuntando hacia mi dormitorio y en la noche cuando la retrocedo me doy cuenta que apenas yo me fui, ella estuvo hablando por teléfono al lado del Pablo, súper fuerte, y entremedio ella decía que estaba cuidando a un niño muy mañoso y que lo iba a despertar. Lo hizo, abrió las cortinas y llegó luz a su cara entonces Pablo se quejó, ella lo tomó, lo sacó de la cama hablándole en malos términos y lo llevó al baño donde se escuchaba el agua correr y a Pablo llorar desenfrenado. Casi me morí cuando vi esto así que al otro día cuando ella llegó, vestí al Pablo y le dije que me lo llevaba. Ella solo tenía que ir después a la oficina para buscar su finiquito pero entremedio le vi en la espalda a Pablo una herida, tan grande que abarcaba la espalda completa, desde el omóplato a la cintura. Era como una ralladura en diagonal.... Le digo... Como me explicas esto? Y no hubo explicación......
     Los sentimientos de culpa me persiguieron meses, haberlo dejado solo en manos de esta imbécil torturadora, culpa de no haber detectado los síntomas que Pablo me transmitía, culpa de haberlo expuesto al dolor innecesariamente.... En las noches me iba a su camita y recordaba que en su desesperación el me decía..."aquí, aquí" (para que yo me quedara con él en la camita). Lloré muchas veces pidiéndole perdón.....

UN AÑO.....

     Antes que Pablo cumpliera el año nos cambiamos de casa....cuando descubrimos que no solo se llovía por el techo sino que el agua entraba por el patio a traves de la pared haciendo crecer pasto en un pasillo de la casa !!!
     Dejamos atrás el hogar de las babosas y caracoles y nos cambiamos a otra de dos pisos, mas pequeña pero mucho mas acogedora, de hecho pasamos el invierno sin estufa y ni siquiera la extrañamos !!
     Pablo ya venia como listo para lanzarse a caminar, decía algunos esbozos de palabras como "U"...que quería decir yogurt, "upa" para decir tómenme en brazos. Su gozo máximo seguía siendo salir en auto, tanto era su pasión que el mismo me pasaba la cartera, las llaves y decía "paseo". Podía pedir "a papa", su mamadera con leche, o "gua gua" que era agua. Sabia muy bien lo que podía o no hacer pues si le decíamos No! el inmediatamente miraba y dejaba de hacer lo que estaba haciendo. También decía "papá", "pipe" (por su hermano Felipe). Si veía un comercial en la televisión, el se sabia los cantos y podía identificar o asociar logotipos de una empresa con alguna canción en particular.
     Nuestro cálido invierno pasó, llegó la primavera y el verano.... pusimos una piscina en el patio y en las tardes nos metíamos a jugar en el agua, le encantaba jugar con el agua, el movimiento le encantaba !!
     En cuanto a los niños que llegaban de visita a la casa, Pablo los dejaba jugar sin ningún problema con sus juguetes. El no tenía un apego especial por ninguno, siempre como que prefería pasearse de un lado a otro y era raro que tomara un juguete y jugara realmente o si veía un libro, no le llamaba la atención las figuras, como lo hacia mi otro hijo a su edad....el tomaba un "atiz" y lo rayaba entero.
     Dentro de todo, yo personalmente no encontraba nada extraño en Pablo, a excepción de 4 cosas que me llamaban la atención, pero que no consideraba grave, sino que diferente a su hermano, total, no todos los niños son iguales no?
     La primera era el sueño, eso era ya una pesadilla para mi.... todas las noche, sin excepción, se despertaba varias veces llorando. Lo otro era el lenguaje ya que el tenía una jerga totalmente inentendible, solo eran palabras aisladas y puntuales para comunicar lo indispensable... El tema de la comida era un tormento, tenia gustos muy restringidos y pocas o nulas comidas podían ser masticadas enteras, el resto tenia que ser molido, así que para donde iba yo, me acompañaba mi mejor amiga: la licuadora. Y por ultimo dentro de su forma, seguían esos aleteos con las manos y los pies si es que estaba acostado de espaldas. Estas "palomitas", como las bautizamos, siempre nos causo gracia y como siempre lo había hecho pensamos que el ERA así, era diferente a su hermano.....
    Ya les había contado de nuestra precaria situación económica, hacia mucho que no trabajaba pero como las cosas estaban difíciles y yo veía a mi marido tan agobiado por las deudas quise ayudarlo así que empecé a trabajar y luego formé mi propia empresa pero para poder comenzar tuve que buscar una persona que cuidara a Pablo.

VAMOS CRECIENDO....

     Los meses transcurrían con bastante sueño acumulado. Pablo dormía mal y el pediatra me dio en algún momento un remedio para inducirle el sueño, además de generar en la casa todo un ambiente, sin sonidos, volumen de la tele bajo, baño con agua tibia, etc.... pero nada funcionaba!! Y yo estaba realmente agotada. El verano y los meses de calor asomaban y fuimos a veranear al sur. Mi retoño solo lloraba cuando deteníamos el auto.... eso era fatal. Le gustaba el movimiento y rara vez se quejaba, era como si le gustara el movimiento constante del auto y no se dormía, quedaba pegado mirando por la ventana.
     Lo otro era la comida, el tomaba menos leche en la mamadera que otros niños de su edad, o le costaba aceptar de buena gana las primeras papillas, así que no era tan fácil salir con el y darle un plátano. El llanto era notable. Regresamos del sur a seguir con la rutina de levantarse temprano, colegio de mi otro hijo, la casa y los problemas económicos que cada día se hacían mas pesados. Ya les había hablado del estado de la casa, pues bien se nos venia encima un nuevo invierno y esto, antes que ocurriera, ya me tenia con los nervios de punta porque no quería esa humedad o goteras con Pablo gateando por ahí.
     En cuanto al proceso de mi guagua, seguía creciendo, gateaba, era alegre y le gustaba mover mucho los pies y las manos. Si estaba de espalda podía mover las manos, como un aleteo, y los pies (los estiraba y los recogía) en perfecta sincronización a una velocidad vertiginosa..! A nosotros siempre nos pareció divertido y deliberadamente lo poníamos en esa posición. Otras veces lo hacíamos al revés, lo colocábamos de guata y ahí era asombroso.... como herradura apoyaba su estomago en el suelo y levantaba hacia arriba las piernas y las manos y hacía exactamente los mismos movimientos...
-Ya Pablo, hazte una paloma...
     Casi como chiste o animal de circo lo mostrábamos a los mas cercanos. Pero nunca nadie nos dijo nada, ahora no se si por respeto o porque no veían nada malo en esto. Era algo así como... la gracia de la guagua (bebé).

EMBARAZO Y REGRESO A CASA, PRIMER SIGNO...

Cuando supe que estaba embarazada casi caí en schock.
Después de 8 años en donde había soñado con tener otro hijo y no pasaba nada, había decidido deshacerme de todas las cosas de guagua (bebe), ropa, muebles, etc. pero repentinamente todo cambio.
Al hacerme la ecografía, tanta era mi duda que pensé que talves la imagen que estaba viendo en la pantalla era de alguna otra mamá, que se había quedado algún video puesto ahí. Pero no, era mi hijo que mostraba su corazón latiendo a mil por hora. Los exámenes de rigor mostraron que todo andaba bien.    
Los meses empezaron a pasar y mi guata a agrandarse. Andaba cansada, mi presión subió anormalmente y tuve que tener reposo absoluto tomando medicamentos.  
Entremedio tuve síntomas de parto prematuro que mi medico catalogo como un stress causado por dificultades que tuvimos con unos arrendatarios que no desocupaban unos talleres que debiamos habilitar como nuevos dormitorios y luego reparar el daño que provocaron al irse.
Cada dia era mas insoportable el dolor en la zona de la  pelvis y de noche empeoraban.  Una noche los dolores eran insoportables, me costaba hasta respirar y quede inmóvil, pero inmóvil, inmóvil. Mi cara de sufrimiento debió haber sido terrible que mi marido llamo a mi mama para que lo ayudara conmigo la que atinó a llamar a una ambulancia y me llevaron tipo 2 de la madrugada al hospital. Mi ginecólogo dejo de darme el remedio que impedía tener contracciones porque lo mas seguro era que el parto se adelantara y bueno así fue........ A los dos dias tuve a mi hijo Pablo, por parto normal pero prematuro por lo que paso unos dias en incubadora.
Regresé a mi casa con mi hijo Pablo, mi marido y mi hijo "mayor" . Ellos habían estado arreglando los dormitorios que eran ocupados como oficinas ya que como les había dicho nos teníamos que trasladar, cambio que ocurrió durante mi estadía fuera del hogar.
Los meses pasaron, Pablo fue creciendo poco a poco y algo me pasó con él y lo escribo porque no se si será importante pero recuerdo que con mi hijo mayor me pasó que cuando era recién nacido con esos ojitos de color oscuro indefinidos aun, él de repente fijaba la vista en mis ojos y me daba una sensación de sorpresa y goce, era como que se producía una conexión y yo quedaba ahí como petrificada. Con el Pablo nunca me pasó, el miraba para cualquier parte y cuando yo le hablaba para que me "mirara" él no lo hacía. Bueno, muchas veces pensé que los hijos no son iguales y no tenia por qué pasarme lo mismo. No falté a ningún control con el pediatra, todo era normal, lo único que me tenía agotada era que con el paso de los meses el sueño no se regularizaba, lloraba mucho durante la noche, le costaba dormirse y era agotador no poder dormir de corrido un par de horas durante meses.
También me paso que cuando lo tomaba en brazos, él no hacia nada por afirmarse de mi. Si yo no lo afirmaba por la espalda podría haberse ido hacia atrás y el no haber hecho nada por evitarlo. Sus brazos caían hacia los lados.